Vol. 42 Núm. 1 (2025): Febrero
Carta al Editor

Tuberculosis en mascotas

María Jimena Marfil
Cátedra de Enfermedades Infecciosas, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires.
Indiana Piras
Cátedra de Enfermedades Infecciosas, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires.
Soledad Barandarian
Cátedra de Enfermedades Infecciosas, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires.
Mario Castillo-Ruiz
Escuela de Tecnología Médica, Departamento de Ciencias Químicas y Biológicas, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Bernardo O'Higgins.
Patricio Retamal
Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias Universidad de Chile
Biografía

Publicado 2025-02-01

Cómo citar

1.
Marfil MJ, Piras I, Barandarian S, Castillo-Ruiz M, Retamal P. Tuberculosis en mascotas. Rev. Chilena. Infectol. [Internet]. 1 de febrero de 2025 [citado 11 de diciembre de 2025];42(1). Disponible en: https://revinf.cl/index.php/revinf/article/view/2286

Resumen

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa crónica, conocida principalmente por su impacto en la salud humana, aunque también se presenta en los animales, particularmente en el ganado doméstico, representando un riesgo ocupacional para trabajadores agrícolas, personal de mataderos y veterinarios. Sin embargo, nuestras mascotas también pueden estar en riesgo, ya que son susceptibles a la infección con micobacterias del complejo Mycobacterium tuberculosis, grupo de especies bacterianas causantes de la enfermedad. En Argentina en los últimos años se han reportado varios casos de infección en estos animales, tanto con M. tuberculosis, el principal agente de la TB humana, como con M. bovis, principal agente de la TB animal. Los principales factores de riesgo identificados para las mascotas han sido el contacto cercano con personas enfermas, con ganado infectado y por el consumo de dietas en base a carne y vísceras crudas1,2. Una mascota infectada se transforma en un potencial riesgo de transmisión a sus cuidadores más cercanos y a otros animales criados en el mismo hogar. En Chile no existen reportes de TB en mascotas. Sin embargo, las condiciones epidemiológicas de la TB en el país, tanto en personas como en el ganado doméstico, hacen suponer que el riesgo existe y podría tratarse de un problema sanitario subdiagnosticado. Y esto, dado que la presentación clínica de la TB en mascotas acostumbra a ser sutil y variar dependiendo de la gravedad de la infección y de los órganos afectados. La signología suele ser inespecífica y crónica, e incluye, pérdida de peso, anorexia, fiebre, linfoadenopatías, tos persistente (seca o productiva), vómito y diarrea1. Debido a este carácter inespecífico de los signos, la detección de TB en las mascotas puede ser un desafío, y por tanto dependerá que el veterinario lo tenga en su lista de posibles diagnósticos. En algunas ocasiones, la sospecha puede llegar mediante hallazgos en estudios diagnósticos complementarios, como radiografías, ecografías e incluso laparotomías exploratorias2.

La infección por M. tuberculosis en mascotas es mayormente detectada en perros, y está reportada en diferentes países del mundo. En Argentina ha sido asociada a perros callejeros o que han sido rescatados de la calle, asintomáticos en una primera instancia, pero con un deterioro posterior muy rápido de su estado físico. Comúnmente, los perros suelen encontrarse en estrecho contacto con las personas con las que conviven, y suelen olfatear y lamer los esputos de las personas con TB activa. Por ello, los médicos que atienden pacientes con TB deberían recomendar, en caso de existir animales en el hogar, medidas de prevención para evitar el contacto cercano con secreciones del paciente, así como también la realización de exámenes clínico-veterinarios que clarifiquen la situación sanitaria de las mascotas. En los casos de animales de compañía diagnosticados con M. bovis, en la Argentina se realiza su notificación obligatoria y se inicia una investigación epidemiológica que incluye la visita de los tutores a una consulta médica con un infectólogo3. En las Facultades de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Chile y de la Universidad de Buenos Aires contamos con herramientas para apoyar en el diagnóstico de los animales de compañía, por lo que estamos disponibles a requerimientos de profesionales médicos o médicos veterinarios que deseen identificar la enfermedad en perros y gatos con sospechas clínicas o antecedentes epidemiológicos de riesgo.  

Finalmente, es necesario remarcar que la TB en las mascotas es de una incidencia baja, pero sus posibles consecuencias pueden ser graves. Al reconocer el riesgo y buscar atención veterinaria oportuna e implementar estrategias preventivas, los dueños de mascotas pueden ayudar a proteger a sus animales, a su entorno familiar y a sí mismos de esta enfermedad